Nadir Afonso - Recorrido por una nueva estética
La exposición "Nadir Afonso. Arquitecto, pintor y coleccionista", presenta las distintas etapas del pintor y arquitecto luso a través de medio centenar de pinturas.
También muestra sus facetas de arquitecto y de coleccionista de arte con cuadros de su colección particular, entre los que hay tres del español Pablo Picasso.
Afonso (Chaves, 4 de diciembre de 1920) ha sido un protagonista de excepción del panorama artístico del siglo XX, ya como pintor, al ser pionero de algunos de los movimientos artísticos desde los años 30,según su círculo; ya como arquitecto, junto a grandes maestros como el francés Le Corbusier y el brasileño Oscar Niemeyer.
"Todo cuadro debe seguir unas reglas, que tienen un origen matemático y que son inmanentes y propias de cada obra de arte", explicó Nadir Afonso en una entrevista a Efe, en la que subrayó que la obra de arte es "un misterio" que solo puede ser desentrañado por quienes estén dotados de sensibilidad artística.
"Convencí a mi amigo el pintor húngaro Victor Vasarely de que la apreciación de la obra artística es objetiva y absoluta y también, después, a mis compañeros del estudio de Niemeyer, que no se creían el episodio con Vasarely, ni mi teoría", relató el artista luso.
Para demostrarles su postura, Afonso retó a sus compañeros y al propio Niemeyer a alterar con algún trazo alguno de los cuadros que ilustraban la revista "Art d'aujourd' hui", y supo decirles a la primera cuál había sido modificada.
"Así conseguí convencerles de mis teorías", enfatizó el pintor.
Del afán de Afonso por la perfección formal viene su costumbre de modificar sus propias obras muchos años después de haberlas pintado hasta que llega un punto en que son "absolutas" y cualquier pincelada sobre la tela está de más y malogra el conjunto.
"Años después de haber pintado 'Quatro cores' (1953) me di cuenta de que hacía falta modificar con rojo la esquina inferior derecha", señaló el pintor frente a un cuadro de formas geométricas rojas, verdes, amarillas y negras situado al comienzo de la retrospectiva.
En la exposición hay cuadros que considera "absolutos", como los grandes formatos "Cidade dos Principes" (1999) y "Mármara" (2012), y otros que están sujetos al cambio, porque el portugués ha decidido dedicar los años que le quedan a perfeccionar los lienzos que cree aún incompletos.
La geometría es el eje que une las acuarelas, acrílicos y oleos de las diferentes etapas artísticas de Afonso, y produce en el espectador de la exposición la sensación de que arquitectura y pintura geométrica son dos expresiones de la misma cosa, como sucede al mirar lienzos como "Pekim" (2000) o "Kuala Lumpur" (2008).
El proceso de creación que sigue Nadir Afonso tiene normalmente tres fases, de las pequeñas cartulinas donde ilustra su idea inicial a los medios y grandes formatos en los que la concreta, y en los que cambia en muchas ocasiones los colores de los bocetos.
"La forma conforma la obra y el color solo es un medio para conseguir depurarla o realzarla", declaró el pintor, que tiene el hábito de pintar las telas más grandes en horizontal para ser "preciso" en los trazos y que las monta después en el bastidor, según detalló a Efe su mujer, Laura.
Un universo de trazos minuciosamente ejecutados en colores vivos se despliega ante el visitante formando un conjunto armónico que agradará a todos aquellos que quieran observar la evolución arquitectónica y artística del siglo XX a través de los ojos de uno de los portugueses más universales de este tiempo.